Sitio oficial
 

¡Algo huele muy mal!

“En el caso de Empocaldas, se han cometido errores que denotan más la soberbia, la improvisación y la pasión, que la cordura, la sindéresis y las buenas maneras. Esto ha trascendido los límites legales y de ahí el cúmulo de denuncias penales y administrativas que hoy cursan en la fiscalía y la procuraduría en relación con sus actuaciones y la de sus funcionarios inmediatos.

 

“Ha instaurado Usted, Señor Gobernador, una nómina paralela con el nombramiento espurio de un gerente cuyo reconocimiento legal carece de fundamento; y con ello, le ha otorgado a ese nuevo gerente unos derechos que pueden llegar a lesionar gravemente el patrimonio del Departamento de Caldas. Pero, adicionalmente, ha sometido Usted a la picota pública a una empresa que viene mostrando una recuperación económica y administrativa indiscutible, y la ha puesto en tela de juicio y sometido ante terceros a una especie de limbo comercial que nada bueno le traerá en su futuro.”

 

Estos párrafos hacen parte de un artículo del suscrito, publicado el 17 de enero de 2014 en el diario La Patria, en el cual alarmaba al señor Gobernador por sus arbitrariedades cometidas en Empocaldas y por los pésimos procedimientos legales que había seguido para descargar su ira y su soberbia en actos administrativos que solo denotaban impulsos impropios de un gobernante. Y hoy vemos las consecuencias: la justicia nos da la razón, pero el señor Gobernador parece seguir empeñado en su error. ¿Y quién responderá por los perjuicios económicos y el detrimento patrimonial que se ha causado con estos yerros constantes? ¿Querrán también acabar con Empocaldas, depreciándola, empobreciéndola y exponiéndola a altísimos riesgos? ¿Es justo que se proceda así con una empresa que logró recuperarse de un letargo larguísimo y de una inactividad e improductividad perniciosa? ¿Será otra empresa más, junto con la ILC,  a la que hay que someter a un proceso de fusión o venta para beneficio de terceros? (A propósito de la ILC, es curioso que la licitación para la compra de alcoholes y tafias por valor de más de doce mil millones, solo tenga un plazo de escasos diez días para su proceso) ¡Mucho cuidado ciudadanos caldenses!

 

Pero hay algo mucho más delicado, y tiene que ver con la posición acomodada, errática y sesgada de la Cámara de Comercio de Manizales en todo este transe desastroso de Empocaldas. Es lastimoso ver como una entidad de estas características y que tiene a su cargo el registro de los actos comerciales y la certificación de ellos, toma partido en aras de guardarle la espalda a los poderosos, induciendo a errores mayúsculos y protegiendo a sus allegados como si se tratara de un acto más de connivencia impune. Y no solamente lastimoso, sino preocupante y aberrante. Las cámaras de comercio están investidas por la ley de unos poderes que las obliga a conservar su ecuanimidad y transparencia para generar la credibilidad que sus afiliados esperan. Y aquí todo parece perdido.

 

Y si hay responsabilidad en el Gobernador y su equipo de colaboradores por los perjuicios causados a Empocaldas y a las personas que hacen parte de ella, otro tanto de responsabilidad le debe caber a la Cámara de Comercio de Manizales por su proceder alejado de las leyes y que tuvo que ser corregido por la propia Superintendencia de Industria y Comercio, pero ya cuando el mal estaba causado y la Cámara lo había avalado inexplicablemente.

 

Se podrá decir que este es un caso aislado y que los errores son susceptibles de cometerse en cualquier entidad. Pero no; este no es un caso aislado. La Cámara de Comercio de Manizales también tomó partido cuando rehusó la solicitud  reiteradamente hecha de que me entregaran las actas de la Corporación Aeropuerto de Palestina. Me negó los derechos que invoqué y se prestó para ocultar información que puede involucrar a personajes de su altísima estima como Gildardo Armel Arenas (anterior presidente ejecutivo de esa Cámara), Gilberto Saffón Arango y Bruno Seidel Arango (personajes aparentemente intocables e incuestionables), Federación Nacional de Cafeteros y Emilio Echeverri Mejía, entre otros. Y es por decisión del Tribunal Administrativo de Caldas que se ve obligada a hacerme entrega de estos documentos, lo cual espero que se produzca en el término fijado en el fallo de esta instancia judicial.

 

Repito: muy preocupante lo que está pasando en el seno de la Cámara de Comercio de Manizales. Porque si los comerciantes, ingenieros, arquitectos, oferentes públicos y participantes en licitaciones pagamos con inconformidad los dineros que anualmente nos cobran sin tener una retribución aparente, con mayor razón ahora que su credibilidad se pone en tela de juicio y se demuestra el proceder arbitrario en perjuicio de los intereses generales.

 

El nuevo presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Manizales, doctor John Jairo Gómez Valencia, es un hombre ecuánime, capacitado, serio y profundamente instruido. Debería tomar cartas en el asunto porque el nombre de la Cámara se está viendo lesionado, su credibilidad debilitada y los intereses de la comunidad violados con los procedimientos anómalos que están cometiendo. No puede ser que hasta instituciones caldenses como esta, que se presumía impenetrable, esté cayendo en estos juegos de poder, de injusticia y de arbitrariedad. ¡Algo huele muy mal!

 

-o-

 

Las Farc conmemoran en estos días 50 años de existencia. Como lo he dicho en las redes sociales: esto no se conmemora; se deplora. Las Farc son una vergüenza para la humanidad. Y Santos queriéndolas reelegir…

 

@titepava