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“El Gobierno y las Farc sustituyen al Congreso y al pueblo”: Álvaro Uribe Vélez

Bogotá, 3 de noviembre de 2015 (CD). Intervención del expresidente y senador, Álvaro Uribe Vélez, en la sesión plenaria de este martes, sobre el proyecto de acto legislativo para la paz:

 

“El Centro Democrático votará negativamente o no votará este artículo y la totalidad del proyecto. Queremos dejar unas razones referidas a este artículo.

 

Puede decirse que la sustitución constitucional está justificada por el hecho excepcional de la paz, pero aquí acabamos de escuchar a uno de los ternados para la Corte (Constitucional) que dijo que lo que faltaba con las Farc era lo que le había faltado a la Constitución del 91, y entonces después nos irán a decir lo mismo frente al ELN y me atrevo a decirlo frente a las Bacrim. Yo recuerdo cuando se promulgó la Constitución del 91 que algunos de sus mentores y el Ministro De La Calle se refirieron a las Farc como hoy debería uno referirse a las Bacrim y, sin embargo, 24 años después entran a justificar esa acción terrorista como política en armas. Entonces aquí estamos creando un precedente de sustituciones de la Constitución para nunca acabar, parecería ilimitado.

 

Se han anunciado unas reformas en el acta, que han traído respetables pero menores, que no van al fondo del tema de la sustitución constitucional.

 

Por ejemplo, el tema de las comisiones a lo cual se refirió brillantemente la senadora  Viviane Morales, es un tema de creación de la Ley, lo que la Senadora ha dicho si lo acogieran los ponentes y las mayorías resolvería uno de los problemas, pero continuaría la sustitución constitucional, porque el tema no es solamente equilibrio entre las comisiones, el tema también es como lo ha dicho en reiteradas jurisprudencia la Corte de los órganos para reformar la Constitución y las competencias que tiene. En casos menores, la Corte ha sido muy celosa y ha dicho que los órganos que reforman la Constitución no pueden reformar el procedimiento para modificarla, ni aún el referendo que exige participación de pueblo, quien finalmente lo aprueba.

 

Entonces si aún en ese caso de participación popular, vía un referendo, se ha negado a la posibilidad de cambiar la manera de reformar la Constitución ¿qué veremos cuando una organización derivado como el Congreso la va a modificar en el ejercicio de esa competencia?

 

En el tema de los ocho debates y lo encuentra uno en las actas de las Constitución del 91, de los Constituyentes, fue un tema que se introdujo para garantizar toda la reflexión. Pero no solamente los ocho debates, los dos periodos, porque cambiar la Constitución es un tema de marca mayor y así lo entendió el Constituyente del 91. Y entonces ahora se va so pretexto de los tiempos, de la fidelidad, a suprimir ocho debates a cambiarlo por tres, hacerlo todo en un periodo, no en los dos periodos, a afectar ese principio fundamental de la reflexión.

 

Pero a esto se le anuncia el plebiscito. Si bien la Constitución en su artículo 103 dejó la figura del plebiscito para que fuese reglamentada como en efecto lo hizo la Ley 134, esa Ley después de un amplio proceso de deliberación impuso un umbral de la mitad más uno del censo electoral y ya se anuncia que eso también lo van a derogar. ¿Entonces en qué queda el tema de la reflexión? ¿Van a llevar a los colombianos simplemente a que por vía de facultades al Presidente de la República, de una sustitución a la Constitución para abreviar términos de reforma y de un plebiscito se tenga que aprobar todo lo de La Habana?

 

Señor Presidente aquí se ha dicho que la Ley faculta al Jefe del Estado adelantar estos acuerdos, pero yo creo que hay una interpretación excesiva de la Ley, esos acuerdos tienen que someterse a que los órganos competentes los acepten, los adicionen, los corrijan, los modifiquen y aquí están haciendo una interpretación en el sentido de que lo acordado en La Habana es inmodificable. Y los llevan a través de este proceso y del anunciado plebiscito. ¡Muy grave! ¿Entonces qué se le va a consultar al pueblo colombiano? ¿Para qué, si esto no se puede reformar? ¿Para qué el Congreso si lo acordado en La Habana no se puede reformar?

 

Aquí el Congreso queda sustituido por las Farc, entonces el acuerdo es de las Farc y el Gobierno, y al Congreso simplemente lo condenan a tener que aprobar lo que se haya aprobado entre el Gobierno y las Farc.

 

Nosotros hemos querido intervenir en estas varias ocasiones por la preocupación del Presidente que esto puede crear. Ahora, si a uno le dicen: una Constituyente que delibere, de elección popular, que se pronuncie sobre cada punto, uno dice: ‘bueno, tiene riesgos pero es mejor la deliberación que la no deliberación’. Decía Iván Duque, un referendo, que cumpla los requisitos del referendo, los umbrales, la separación por puntos, etcétera.

 

Bueno, hay posibilidades de deliberar. El plebiscito. Le dejo esta reflexión a la arquitectura jurídica. Senador Roy, a la imaginación jurídica ¿o será que no vamos a tener un plebiscito sino varios? Uno sobre cada punto, porque como lo ha presentando los colombianos no vamos a tener más oportunidad que decir sí o no. Cuidado. Todo el mundo quiere la paz pero muchos no quieren la impunidad. Y si eso lo llevan todo en un paquete a un plebiscito, en una sola pregunta, entonces los colombianos que quieran la paz pero no quieran la impunidad, se van a ver obligados o a aprobarlo todo o a improbarlo todo.

 

Yo creo que se debería repensar, honorables senadores, en el tema de que al pueblo colombiano y a este Congreso no se le puede quitar el derecho de modificar lo que se acuerde en La Habana.

 

Ahora, hay asuntos formales del derecho y asuntos reales. En la realidad jurídico-política las mayorías de este Congreso le aprueban al Presidente de la República todo lo que él acuerde con las Farc en La Habana. Ahí hay un hecho incontrastable, inobjetable.

 

Finalmente, quería hacer esta referencia, por lo que aquí se dijo a los gobiernos que yo presidí. Los más radicales voceros de la oposición tuvieron en ese gobierno las mismas protecciones efectivas que tuvieron los más cercanos amigos del gobierno. A los gobernadores y a los alcaldes de la oposición. Aquí está el senador Horacio Serpa, el senador Antonio Navarro, los alcaldes que fueron de Bogotá, a todos se les trató con inmenso respeto, nunca se les discriminó, nadie amenazó en nombre de nuestro gobierno que si no se votaba por tal o cual candidato no iba a tener apoyo del gobierno central.

 

Y de pronto las referencias que hoy recordaron en discursos no era de ejercicio político, sino a la participación de civiles en acciones terroristas de la guerrilla, por ejemplo frente a las empresas municipales de Cali.

 

Gracias señor presidente”.

 

 

(Fin)