Cartagena, 13 de diciembre del 2013. El expresidente Álvaro Uribe Vélez afirmó este viernes desde Cartagena que cuando se cree que se construye gobernabilidad por el trueque de auxilios, puestos y votos con el Congreso, es una gobernabilidad efímera y tarde que temprano termina rechazada por la opinión pública.
Dijo que hay un gran entendimiento entre el Congreso y el Gobierno Nacional, pero hay un sector de la opinión pública muy aburrido con ese entendimiento.
“La única gobernabilidad solida es la que se gana de un apoyo a la opinión pública y al Congreso; por eso, hay un sector de opinión pública negativo frente al gobierno, un sector considerado de la opinión pública aséptico y un sector muy grande negativo frente al Congreso”, aseguró.
Insistió que el compromiso de sus compañeros del Centro Democrático y de él, es acabar ese trueque: “En lugar de que haya auxilios parlamentarios, se hará discusión pública de los presupuestos para cada región. En lugar de que haya ese derroche del Congreso, se eliminará las comisiones presupuestales y se tendrá un ahorro para dar ejemplo”.
Propuso la reducción del Congreso en un 20 por ciento y señaló que la vía es a través de las comisiones presupuestales, “daría un ejemplo de austeridad ya que el presupuesto lo pueden estudiar las comisiones económicas”, indicó.
“Candidatos al Congreso del Centro Democrático: no se dejen provocar por los caudales de dinero”.
Uribe Vélez aprovechó para dar un consejo a los candidatos al Congreso del Centro Democrático respecto a lo que no deben hacer:
“Alguien que fue Presidente de la República ocho años, tiene que ser capaz de adelantar un balance. Yo creo que el Gobierno nuestro tuvo una buena visión; el equilibrio entre la seguridad, la inversión y la política social. Hubo avances, faltantes y también errores.
La política necesita de toda la transparencia, no se dejen provocar por los caudales de dinero. Ni por el dinero mal habido, ni por las comisiones de los contratos del Estado. Acudan a la opinión a través de un diálogo”.
Y aclaró: “es mucho mejor el diálogo sincero con las familias en acción, con los profesores, con los padres de familia, con los industriales, con los médicos; es mucho mejor ese diálogo que el trueque clientelista del -te doy ese contrato y me dan ese voto-”.
“Nunca piensen que ya consiguieron el último voto, ¡último voto no hay!; si uno está trabajando, trabajando y trabajando, siempre que haya un último voto hay que entenderlo como el penúltimo”, finalizó.