VICTIMA DE SU PROPIO INVENTO
La credibilidad de los colombianos en Juan Manuel Santos comenzó a minarse desde el mismo momento en que se entendió que su intención era la de gobernar a punta de titulares. Y si en las administraciones de Álvaro Uribe Vélez la máxima era no hacer anuncios para lograr titulares sino difundir hechos concretos, los cuatro años de este gobierno han quedado marcados por el afán de siempre aparecer marcando una agenda mediática al calor de las palabras, pero lejana de la realidad del país y especialmente de la gente del común.
SE OLVIDO LA PROVINCIA
Desde el comienzo de su mandato la tendencia fue a sacrificar la ejecución como gobierno para resaltar la actividad de la persona. Y así, en esa línea acabaron con la Agencia de Noticias del Estado, creadaurante el Gobierno Pastrana como ANCOL y que perduró durante los dos períodos de Uribe, convirtiéndose en un apoyo fundamental de suministro de información inmediata especialmente para los medios regionales, que constantemente se nutrían de la información que les llegaba a través de ella. Los periodistas extrañan la agencia y sus contenidos. La agencia era un excelente medio para comunicar la gestión gubernamental.
EL CULIPRONTISMO
Tras renunciar a esa herramienta, el gobierno le apostó a los grandes titulares de la gran prensa y dejó los contenidos a un lado. La estrategia pudo haber funcionado el primer año, pero antes de los dos estaba agotada. Nunca importó mantener coherencia con lo que se decía y por eso el Gobierno Santos pasará a la historia como el líder en las reculadas, pues un día decían una cosa, y luego otra totalmente diferente, situación ésta que está plagada de ejemplos a lo largo de estos casi cuatro años y de la cual nos ocuparemos luego. Contrario a lo que hizo Uribe durante ocho años, que imponía su agenda a los medios, Santos y su corte siempre se preocupan de lo que está pasando para reaccionar.
LAS SALIDAS EN FALSO
Por ello, y sólo para hablar de los pronunciamientos presidenciales de las últimas semanas, el país sigue esperando noticias sobre la "gran red de corrupción en la DIAN", de la cual entregó detalles, pero que por lo visto continúa operando, como siempre lo ha hecho como cuando al inicio de su gobierno le dío por hablar de la corrupción en la salud y de aquello nada sigue en cuidados intensivos, de la Reforma a la Justicia y ahora esta más desprestigiada que el Congreso. Esto solo para hablar de los impacta titulares, porque lo más grave es que muchas de esas salidas demuestran lo distante que está el mandatario del colombiano común y corriente.
LOS OLVIDOS
Se olvidó de los de a pié cuando les roban un celular, por ejemplo, no es únicamente el atraco, sino la tortura a que son sometidos por los operadores para normalizarle la situación, de lo que no habló el Presidente cuando después de más de una década de estarse presentando, descubrió que había mafias que robaban los celulares para sacarlos del país. Deprimente fue el espectáculo de verlo en Suba presenciando la destrucción de una olla del microtráfico y dejando en manos de la alcaldía local el terreno para construir un jardín o una escuela; es decir, el propio Jefe del Estado les dejó los escombros, y ni siquiera quiso llevarle a la comunidad una solución concreta.
AL BORDE DEL ABISMO
Por eso, más que una falla de comunicación, el mal que tiene a este gobierno al borde de la derrota en las próximas elecciones. No es la falta de comunicación, porque tiene en JOHN JAIRO OCAMPO al mejor, pero una sola golondrina no hace verano, Santos, por cuenta de sus asesores, terminó confundiendo la comunicación con la propaganda y su marcado narcisismo que lo hace aparecer como el que sabe de todo y está metido en todo, y la falta de cercanía con la gente, de la que no entiende sus problemas y padecimientos.