Transcurrió esta semana el debate sobre el aumento de tarifas de energía, que lleva a todos los colombianos a pagar una parte de las pérdidas patrimoniales de las generadoras térmicas a base de combustibles líquidos, a través de las tarifas. La situación es aberrante porque los consumidores pagamos por un cargo por confiabilidad, que nos asegura capacidad, energía en firme y un costo límite denominado ‘precio de escasez’.
Pero para efectos de justificar las medidas, la Comisión de Regulación de Energía y Gas ( Creg) y el Ministro de Minas, quien la integra, le han dicho al país bastantes mentiras, que es urgente enfrentar para que no se den distorsiones de la realidad.
Se nos ha anunciado que la realidad que enfrentamos es un hecho fortuito que nos tomó por sorpresa. Falso. La Creg sabía, desde el año 2006, cuando produjo el famoso Documento 39, que la capacidad de abastecer de gas a toda la demanda tenía serios problemas, y, por lo tanto, promovió la conversión a generación con líquidos. La misma Creg permitió que todos los generadores, incluso los que no se convirtieron, recibieran los recursos pagados por la demanda para ese concepto.
También han dicho las autoridades regulatorias que los precios de las materias primas nos tomaron por sorpresa. Falso. Desde comienzos de año se veían las expectativas sobre el precio del petróleo, que incide en el precio del Fuel Oil 6, el cual se utiliza para la definición del precio de escasez. En pocas palabras, desde inicios del año, generadores y autoridades sabían que los costos de generación para las plantas a base de combustibles líquidos iban a estar por encima del precio de escasez, generando enormes riesgos financieros.
Es reprochable, también, que hoy se rasguen las vestiduras los reguladores aduciendo que el abastecimiento de combustibles líquidos y su costo los sorprendió, cuando el reporte producido por Ecsim en el 2013, claramente alertaba sobre los riesgos que se habían incubado por la exposición del parque térmico a la generación con combustibles líquidos.
Hay, igualmente, afirmaciones institucionales que culpan al fenómeno de ‘El Niño’ de ser el gran culpable, debido a que es uno de los más severos de la historia. Falso. La información disponible en el Enzo Multivariable Index y el Oceanic Niño Index, permiten observar que, a la fecha, ‘El Niño’ más severo que se ha registrado tuvo lugar entre 1997 y 1998. Vale anotar que los ejercicios de confiabilidad en el suministro de energía deben basarse en los casos más extremos de duración y profundidad.
El más vergonzoso de los pecados de la Creg consiste en afirmar que los ciudadanos debemos, bajo el principio de suficiencia financiera de los prestadores de servicios públicos, contribuir con nuestra tarifa para rescatar a las térmicas en problemas. Falso. La Ley 142 de 1994 prohibe cargar en la tarifa las pérdidas patrimoniales de los operadores.
Los colombianos, según los reportes de Ecsim, tenemos un mercado eléctrico oligopólico, con demasiada integración vertical y barreras de entrada a los nuevos actores. A eso hay que sumarle que el precio de escasez y el cargo por confiabilidad están haciendo agua. La Creg debe responder, y, hasta ahora, se han burlado del país.
Senador