Dicen que “cae más fácil un mentiroso que un cojo”.
Lo que estamos viviendo en Colombia con quien rige o dirige la marcha del país, por lo menos así debiera ser aunque en muchas ocasiones se originan dudas valederas sobre esto, está demostrando hasta la saciedad que esto se puede convertir en un axioma irrefutable.
Ya no es sólo él quien pierde a pasos agigantados todo asomo de credibilidad, su capital político cae aceleradamente y al paso que va no habrá barranco que lo ataje. Viendo esto inevitable, le ordena a sus ministros, militares y funcionarios a que mientan descaradamente en frente del país.
El ministro de hacienda sale con unas declaraciones a favor del dólar caro, no costoso, aduciendo que esto nos obligará a consumir más producto colombiano y fomentará las exportaciones. Este pensamiento es de cuando, por los años 60 del siglo pasado, nos encerramos para proteger nuestra industria y creímos que así los empresarios se pellizcarían y modernizarían sus maquinarais con algunos estímulos que se dieron a la importación de bienes de capital. Estos, en la miopía acostumbrada, decidieron sacarle jugo a su equipos hasta el último tornillo y muy pocos trabajaron con visión de futuro. Muy atrasadito el señor ministro.
La realidad actual, es que la industria se estancó y se dio cuenta de que para ellos era mejor negocio importar semielaborados y concluir aquí el proceso, que invertir en modernización. El valor exagerado de la divisa impedirá recuperar el tiempo perdido en esta acción necesaria y si le aunamos el escaso desarrollo de infraestructura vial, suspendido durante cinco años por este malhadado gobierno, la poca tecnificación de los puertos, el costo de los combustibles y de la energía eléctrica, la poca productividad de la mano de obra, las altas tasas impositivas y muy posiblemente otros factores que inciden en el valor final de nuestros productos, veremos que esa afirmación es una falacia como todo lo de este gobierno bogoteño.
Conclusión: Menos divisas por las mismas exportaciones y estas con muy pocas expectativas de subir, en volumen, debido a las inexistentes políticas de incremento de la producción o disminución de costos y nuestra deuda externa, según lo reconoció, se incrementa en más de 3 billones de pesos (con Dólar a $ 3.000). ¡Qué lumbrera!
De otro lado sale el señor que llegó a defensa con unas afirmaciones alejadas de la realidad, pretendiendo esconder lo inescondible. Afirma muy orondo que las redes sociales no representan el verdadero sentir de la opinión pública y ni siquiera se pone colorado y, a su vez, controla las expresiones del director de medicina legal para que este no vaya a meter las patas en las declaraciones que hizo sobre el resultado de sus “investigaciones” de lo sucedido con el helicóptero de Urabá.
Esto sin contar el manotazo en el congreso y la orden de desalojo que dio a los comandantes de las fuerzas militares. Este, con su figura de “BEBE” ha demostrado que le falta mucho pelo para el moño, pues su comportamiento es el de un niño malcriado y voluntarioso que se descompone cuando las cosas no son como él quiere que sean. Si creía que en la política estaba su futuro creo que está tacando burro. ¡Qué carácter!
De los otros ministros, exceptuando a la de educación que sigue diciendo tantas tonterías, ni se notan y son unos perfectos desconocidos y hasta el del interior prefiere pasar de agache antes que demostrar tantas acciones fútiles y sin sentido.
El que supuestamente los manda a todos, es una veleta con sus palabras o, siempre y de acuerdo con el momento o las circunstancias, habla intentando darle gusto a lo que lo escuchan, si es que hay alguien ya en Colombia que lo escuche.
La sola mención y con mayor razón su presencia invita a la burla, el chiflido y a las expresiones de persona no grata: “Fuera, Fuera Mentiroso” Y es que no hay necesidad de declararlo formalmente pues el pueblo colombiano está hasta la coronilla de sus reculadas. Es un ser completamente alejado del mundo actual y no se ha dado cuenta de que la memoria de la gente tiene más ayudas y esta; “como nunca antes” le está cobrando con videos y grabaciones todas esas afirmaciones que niega que hizo. “Yo nunca me he comprometido con un referendo”, “el Presidente Uribe ha sido el mejor Presidente” “seguiré implementando la política de seguridad democrática” Pamplinas señor ¡usted no merece confianza!
Postre: Está tan salado que hasta los miembros enmermelados de sus comitivas se accidentan; en Argentina le dirían mufa, por aquello de atraer la mala suerte. Consejo es mejor estar lejitos.