Si la publicidad tramposa del gobierno le está generando un complejo de culpa que lo hace sentir un monstruo si vota NO, le explico en forma sencilla por qué no apoyar el acuerdo de impunipaz es una buena idea y no hay que sentirse mal, al contrario.
Imagínese que un delincuente le roba la billetera y además dice que tiene derecho porque usted es un abusador y tiene “mucho”. Obviamente usted se enoja e inicia una pelea con el atracador. Luego de pelear mucho tiempo porque usted no acepta ser robado, el facineroso dice que pelear es muy feo y que la paz es muy linda y lo mejor es “negociar”.
Entonces el ladrón dice que toda negociación implica que “ambas partes cedan” en aras de la paz, y por ello él va a sacrificarse aportando algo al acuerdo: ¡la billetera que le robó! En contraprestación a tan magnánima demostración de desprendimiento, usted le tiene que dar la mayoría de la plata y un sueldo mensual para que el bandido no esté tentado a volvérsela a robar. ¿Lindo negocio no?
Pues así mismo es el acuerdo con los narcoterroristas de las Farc. Decidieron desde hace décadas robarnos la paz: matando gente, secuestrando personas y torturándolas, robando, violando niñas de hasta 9 años y haciéndolas abortar, cobrando “vacunas” por todo lo que usted quisiera hacer, incluso dar trabajo y generar desarrollo, matando niños y ancianos con cilindros bomba en el interior de una iglesia, poniendo niños como escudos humanos en los enfrentamientos con las fuerzas militares, envenenando los ríos y tumbando la selva para producir drogas que primero pudrían las cabezas de los extranjeros y hoy las de nuestros jóvenes. Y cuando les preguntaron por qué hicieron eso, como el que robó la billetera, dijeron que estaban justificados porque a quienes torturaron eran abusadores del “pueblo oprimido”, especialmente por ellos.
Y ahora, cuando encontraron a un gobierno inepto, irresponsable y vanidoso al extremo, decidieron que quieren la paz porque les sale de su alma misericordiosa, pero imponiendo un “negocio” igual al de la billetera.
¿Ellos en su generosidad infinita qué ponen? Pues lo que nos quitaron: “la paz”. Y ante semejante desprendimiento y bondad nos toca a sus víctimas pagarles por la paz que nos quitaron. ¿Lindo negocio no?
¿Y cuál es la cuenta de cobro? Es larga pero intentaré resumirla. Los culpables no fueron ellos sino nosotros y por eso van a tener una supracorte para juzgar a sus adversarios. Ellos no cometieron delitos sino que fueron víctimas y por ello es ilógico que paguen por sus violaciones y devuelvan todo lo que robaron. Por eso debemos ser nosotros quienes repongamos a sus víctimas. Además hay que “indemnizarlos” volviéndolos congresistas, pagarles sueldos, subordinar 10 años la planeación económica y social del país a la lógica marxista, entregarles la tierra que les robaron a otros y pagarles “miles de millones al año” para que monten su partido político con canal de televisión y red de emisoras. ¿Le gusta el negocio? A mí NO. ¿Eso es paz? NO, es extorsión.
NO apruebe la ley “Ser Pillo Paga”.