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Respuesta a la columna de Álvarez Gardeazábal

Nota a Álvarez Gardeazábal relacionada con su columna y sobre eventos de actualidad

 

Dr. Álvarez Gardeazábal .

Miedo no se debe confundir con ingenuidad. El uno es bueno y la otra por lo general resulta letal. Miedo siempre hay que tener, para saber si uno se decide a afrontar el peligro ó si no se asume un riesgo porque resulte superior a nuestra capacidad de enfrentar la adversidad. Ya hemos vivido siglos de abuso a las leyes pretendiendo ser una democracia y amancebados con la anarquía.  

 

Con todo respeto, admiro su devoción a la paz, loable ideal que como árbol que florece en la primavera debe llenar de exuberancia las ilusiones. No creo en ella, por la calidad de los actores, por los fundamentos sobre los cuales se quiere construir. Cuanto quisiera poder creerle a los mitómanos como hacen hoy las plumas amamantadas, los soñadores y todos aquellos que viven del oportunismo de turno. 

 

Ni el negocio del narco-trafico, que requiere del terrorismo violento y la anarquía para optimizar su eficiencia, ni la intención de los filipichines capitalinos burgueses que presumen de intelectuales, representan una paz social verdadera, producto de la equidad entre la libertad y el orden; algo que tan solo alimenta la cultura de respeto y obediencia a la ley. 

 

Aquí caemos en el error histórico de hacer constituyentes, a egos manejados por criterios escasos de sentido común y devoción de servicio al interés general. Si no vemos esto estamos ciegos y como ciegos seguiremos existiendo. 

 

Soy Uribista porque creo en su patriotismo y conozco al ser humano que encarna al colombiano normal, y soy demócrata. De ninguna de estas convicciones me avergüenzo y no puedo estar de acuerdo con lo que vivimos, pues mis principios no se alquilan. No soy militar, que si lo fuese, lucharía por hacer valer la ley y no los caprichos vergonzantes de esta dictadura mediática. No soy guerrillero, que si lo fuera en lugar de atacar campesinos, mujeres e infantes humildes e indefensos, hace tiempo hubiese de verdad inhabilitado fácilmente al mismo sistema corrupto  contra el cual dicen luchar pero de el cual aferradamente se valen. Para mi lo que se llamó guerrillero ya no existe, y si “un Petro” es guerrillero, da vergüenza. Rebeldes ya no existen pues no habita aquí, ni en Cuba, ese espíritu puro y desafiante de los jóvenes inconformes y sin oportunidades. Eso que aún vive en tertulias y entelequias de literatos soñadores se fundió entre terrorismo y narco-trafico en cuerpos que tan solo han imitado en la ilegalidad la podredumbre de quienes han comandado la legalidad en Colombia. 
 

 

Con admiración y respeto le digo; no creo que, "Falsos Apóstoles" como escribía mi abuelo Bernardo Vélez, ni Santos Falsos, nos hagan milagro alguno. Mucho menos creo en exponer a 50 millones de personas honestas y trabajadoras, al ensayo fallido del Socialismo del Siglo XXI y de los líderes del movimiento de "Sao Paulo", cuando podríamos arreglar nuestras iniquidades dentro de la legalidad y sin necesidad de adaptarla para favorecer a una minoría violenta y criminal y a una clase política degenerada que no llega ni a ser un punto porcentual de nuestra nación.

 

Reciba un gran saludo.

 

Luis Guillermo Echeverri Vélez

 

Columna de Álvarez Gardeazábal AQUI