Bogotá, 11 de marzo de 2014 (CD). Las siguientes son las respuestas del expresidente y Senador electo por el Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, en la emisora ‘Blu Radio’:
Trampa en las elecciones al Congreso
“A mí me parece de la mayor importancia que el periodismo colombiano hiciera una evaluación de este proceso electoral. Yo creo que el Congreso que se ha elegido está bastante deslegitimado. ¿Por qué? La abstención, la violencia que el Gobierno ha negado. Me gustaría que investigaran en cuántas zonas del país las Farc estaban exigiéndole a la gente por quién votar y amenazando a los que votaban por otro.
La mermelada: esas cuantías que el Gobierno le invirtió a la política a través de esos auxilios a los parlamentarios. El uso de esos dineros para comprar votos, eso ha revivido la captura de la política, que en su momento tuvo el narcotráfico, ahora a través de la mermelada.
En la Registraduría, la trampa del Gobierno y de la U. Ellos decían que para aniquilar al Centro Democrático bastaba con decir que: Santos es la paz y Uribe la guerra. Y cuando los colombianos, como ocurrió en ciudades como Bogotá, empezaron a recibir muy positivamente nuestras tesis, validar nuestras opiniones, inmediatamente la U y el Presidente Santos cambiaron. Entonces, hicieron la trampa de hacernos aparecer a nosotros como la U.
Y efectivamente, según estudios de opinión que tiene la misma Presidencia de la República y la U, entre el 34 y el 37 por ciento de la intención de voto por nosotros, lo capturó la U a través de esas trampas.
¿Hubo fraude electoral en estas elecciones?
La trampa política es de la mayor gravedad. La Ley dice que no puede haber publicidad engañosa. Mire, hubo un canal de televisión que a pesar de la prohibición legal, el domingo transmitió publicidad de un partido. ¿Usted cree que nosotros hubiéramos hecho eso?
Lo que me decía alguien ayer: ‘¿qué tal que no hubiera sido el Centro Democrático, sino el Polo al que en cuestión de dos horas, le cambiaron una ventaja de 200 mil votos por una desventaja de 180 mil votos. Todavía no aparecen en las listas de la Registraduría seis Representantes a la Cámara elegidos por el Centro Democrático en Antioquia.
Compra de votos
El periodismo investigativo debe estudiar lo de la compra de votos, no puede ser sesgado.
Este es un Congreso bastante ilegítimo. Nosotros vamos a estudiar pasado mañana qué le vamos a proponer a este país, ante la ilegitimidad de este Congreso. No se puede pasar por alto eso de la mermelada.
En nuestro gobierno no dimos mermelada. La gobernabilidad de nuestro gobierno era al revés: era un gobierno que tenía prestigio popular y elegía a los congresistas, como ocurrió en 2006 y 2010. Este gobierno ha pactado gobernabilidad con los congresistas basada en auxilios parlamentarios, en nombramientos, y eso termina fatigando la opinión pública.
Era mucha más la confianza del país en el 2010 que hoy. Eso no se puede negar.
¿De qué se me acusa a mí? Que cuando fueron a votar en el Congreso la aprobación de la reelección, que compramos a la señora Yidis Medina. ¿De qué me acusa ella a mí? De que me arrodillé en un baño de la Presidencia a ofrecerle un consulado, para que votará por mí. ¡Hombre! Debería estar yo en la cárcel por indignidad.
Lo de las notarías. Reitero, nuestro Gobierno fue el que aplicó el Concurso de Notarios y la misma Corte absolvió a los parlamentarios. Entonces, no pueden decir que el gobierno nuestro hizo lo de la mermelada.
Cualquier estudioso de la ciencia política, con objetividad, se preguntará: ¿cómo se construyó gobernabilidad en el gobierno Uribe y cómo ahora? A partir de una opinión pública que nos respaldaba, de una gran confianza; eso obligaba al mismo parlamento a apoyar al gobierno. Lo que ha ocurrido ahora, es que con una gran cantidad de dinero, el gobierno ha comprado apoyo parlamentario y se ha llegado a esto tan grave.
El Congreso elegido es ilegítimo por la mermelada
Claro que es ilegítimo. Es ilegítimo por la mermelada. Es ilegítimo por la publicidad engañosa. Es ilegítimo por la violencia. El país va a tener que revisar instituciones, los sesgos del CNE que vienen desde hace muchos años, le hacen mal a la vida pública.
El referendo nuestro contra la corrupción en 2003, se perdió porque el CNE sumó para el umbral las cédulas de los muertos, sumó 600 mil cédulas, que se habían expedido y no se descargaron, y sumó 40 mil cédulas de militares que no podían votar.
Cuando hay una institucionalidad en la democracia sesgada, se empieza a hacer un daño muy parecido al de Venezuela.
¿Ha pensado en una revocatoria del Congreso o en una Constituyente?
No he pensado en constituyente. Primero, una constituyente con el terrorismo nosotros no la aceptamos; segundo, para que se piense que es una constituyente para que permita una reelección presidencial de Álvaro Uribe, menos. Yo he sido un hombre correcto, he dado mis luchas de frente. Acabo de dar una campaña contra toda la corrupción, hemos llevado una cantidad importante de ciudadanos al Congreso, que han hecho una campaña con austeridad, sin mermelada, sin maquinarias. Unos ciudadanos bien preparados, una gran cantidad de jóvenes, mujeres, etcétera.
Yo no me voy a poner a que en lugar de que los colombianos vean esta creciente deslegitimación de la política, inducida por el gobierno Santos, se vaya a llegar al debate en el que digan que lo que quiere Uribe es una constituyente para poder buscar el camino, para que lo reelijan a él.
La violencia en las elecciones
Tres días antes de elecciones yo fui al Chocó, a hacerle la visita a Nabor Giraldo. En su supermercado, donde apoyaban al Centro Democrático, las Farc le asesinó -con una bomba- a la hijita y a tres trabajadores.
En el Cauca, desde que salieron a recoger firmas para impulsar nuestra candidatura ¿cuántos actos de violencia? ¿Cuántas amenazas?
Recorra el Putumayo, cómo amenazaron a nuestros candidatos, hasta que se retiró esa lista a la Cámara.
En Arauca, la ciudadanía pasando el río para pagar extorsión a las Farc en Venezuela.
Yo no creo que se pueda decir que los reclamos hacen parte de todo proceso electoral. Aquí hay unos reclamos que son excepcionales; por ejemplo, ese de la propaganda engañosa.
A mí me parece grave que al periodismo no lo conmueva la mermelada. Ustedes deberían salirse un poquito de la cabina e irse a esas zonas donde se repartió esa mermelada y preguntar: ¿cuánto se repartió en mermelada?
Publicidad engañosa
VargasVil no dijo ninguna mentira. En cambio lo de la U, dijo la mentira que Uribe era de la U.
Dije -hasta jocosamente- cuando me preguntaban de VargasVil: ¿por qué ponen a VargasVil? Porque por disposiciones de los últimos años del Consejo Electoral no permitían que uno saliera en la publicidad pagada. Segundo, que se burlan de usted, cuando uno permite que se burlen de uno mismo o uno mismo se burla de uno, se ennoblece el alma. Tercero, lo que nosotros dijimos en la publicidad oficial donde yo hablaba, lo que decía VargasVil es verdad. Cuarto, tuvimos un gran diálogo de construcción programática durante todos estos años con los colombianos, a pesar de mis compromisos laborales en el extranjero, casi todos los fines de semana de estos últimos 43 meses yo he estado en Colombia haciendo política y he mantenido un gran diálogo con mis compatriotas.
Déjeme contestarle a la periodista para no distraerme y dejar temas en el aire. Voy a decir esto, lo primero que hay que comparar es dónde hay y dónde no hay mentira.
Primero que todo yo jamás hice vaticinios, por ahí salió un distinguido abogado de Bogotá, el doctor Néstor Humberto Martínez a decir que yo había pronosticado 40 senadores. ¡Mentiras! No le luce al doctor Martínez decir mentiras, jamás hice vaticinios, todo el que me preguntaba, yo decía que uno lo que tiene que hacer es trabajar, trabajar y trabajar. Hubo vaticinios desde que sacábamos dos o cuatro senadores, nueve; alguien dijo que sacábamos 12, unos alegremente decían que sacábamos 30. Entonces yo no hice vaticinios.
Un abogado del prestigio de él, comentarista en un canal de televisión bien importante el día de elecciones, proceder con esa ligereza que demuestra un sesgo político dañino. ¿Por qué no miró los videos? Nosotros hacíamos videos en propuestas de salud, de educación, de ética política, etcétera.
Lo de la trampa lo venimos denunciando desde antes de elecciones, sin esperar el resultado. O sea que nosotros no lo hemos acomodado ahora después de elecciones y por supuesto, yo voy a cumplir el deber al cual me he comprometido con los colombianos. Ya nuestros equipos están empezando a trabajar en los proyectos de ley.
Y ante una trampa uno no puede negar que, hay que decirle a la democracia colombiana, en estas circunstancias en el Congreso hay un alto nivel de ilegitimidad. El Congreso que inició en 1990, una de las razones para lo que lo hubiera revocado la Constituyente, fue justamente que en ese Congreso se denunció que había sido reelegido con una maquinaria clientelista Liberal. ¡Por Dios! Eso era nada en comparación de estos miles de millones de pesos que se gastó el Gobierno Santos en la mermelada corrupta.
Hay que reconocer la historia, que no está muy atrás ese proceso del 90, y hay una política que se está ejerciendo en Colombia de manera ilegítima. Nosotros lo denunciamos antes de elecciones, en elecciones, después de elecciones. Lo denunciaremos en el Congreso de la República. Y hay que buscar qué consecuencia tiene esta ilegitimidad en la elección del Congreso en la vía jurídica.
¿Se va a posesionar el 20 de julio?
Yo sinceramente creo que esa pregunta sobra. Yo toda la vida he cumplido mi deber. Le dije a mis electores que yo tenía una serie de compromisos académicos y laborales internacionales, a todos he renunciado para cumplir este deber. Lo único que a estas alturas de la vida quiero es sacar tiempo para la familia y tengo un nietecito y viene otro en camino, pero yo he cumplido mi deber con entrega y con afecto por Colombia.
No contesté en esta campaña ninguna infamia. Jocosamente dije, refiriéndome por ejemplo a todos esos insultos de Venezuela, dije: ‘no, mire aquí hay que analizar es el problema de fondo de Venezuela, en Colombia ese contagio de la tiranía Castro-Chavista; no voy a entrar en un cruce de epítetos; si lo que pretenden es que me calle o me vaya del país, no lo van a lograr; que entre en un cruce de epítetos, tampoco’.
Saben que sacarme la piedra a mí no es difícil, porque la mantengo afuera. Pero el país vio un proceso electoral donde mantuve la piedra totalmente guardada, amarrada y nos hemos dedicado a la reflexión y lo hicimos con todo afecto por Colombia, una campaña con los colombianos de todas las regiones”.