Hoy quiero volver a los temas de actualidad en estos momentos tan difíciles por los que pasa Colombia en las manos de Juanpa (como le gusta que le digamos). La vez anterior escribí sobre el tema de la necesidad de un autódromo para Antioquia, pero me doy cuenta de que la gente espera que por fin Juanpa (como le gusta que le digamos) se dé cuenta de que lleva al país hacia el abismo y que los comentaristas ayudemos para que por fin caiga de esa nube donde se siente por encima de todos y de cualquier problema que se presente en Colombia.
Sentí un fresquito (como decía mi mamá) cuando escuché las declaraciones del general Mora Rangel y dijo que no era dejación de armas, como lo pretende la guerrilla terrorista y lo aceptan los otros negociadores de La Habana con el beneplácito de Juanpa (como le gusta que le digamos).
Ahora sentí otro fresquito con la reacción, aunque tardía, del Presidente por el secuestro del general Alzate, en el Chocó. Digo tarde porque para Juanpa (como le gusta que le digamos) no valía la pena lo que estaba pasando con los policías torturados y asesinados con tiros de gracia. El secuestro de dos soldados en Arauca tampoco merecía la protesta del primer mandatario. Es que, lo había dicho, si algo pasaba con una persona importante reaccionaba como debía ser. Los soldados, los policías, los civiles no representan nada importante para Juanpa (como le gusta que le digamos).
Nunca viaja a enterarse de la situación de violencia en Tumaco, en Arauca, en el Bajo Cauca antioqueño, en el departamento del Cauca y, ahora, ni siquiera en el Chocó donde secuestraron, ahora sí, a una persona importante para Juanpa (como le gusta que le digamos).
Queremos la paz. Queremos los diálogos pero sin que el sometimiento sea por parte de las autoridades constitucionales como la guerrilla lo pretende (no me atrevo a decir “autoridades legítimas”) porque han perdido toda legitimidad (o que lo digan las encuestas).
Ya Pablo Catatumbo confirmó que el general Alzate había sido secuestrado por las Farc. Debe estar contento Juanpa (como le gusta que le digamos) porque el jefe guerrillero dijo que el secuestro al general “es un acontecimiento extraordinario” y parece que fue un auténtico trofeo, porque también afirmó que el secuestro fue “sin usar la violencia”. Otro dijo que el secuestro se produjo cuando el general estaba “en ejercicio de sus tareas de seguridad”. Con esto se confirma que el general fue engañado, que fue al sitio de reunión desarmado, en traje de civil, seguramente para adelantar una de las tareas cívicas que él, el general, adelantaba en la región para ayudar a la comunidad. Recordemos que Guillermo Gaviria y Gilberto Echeverri fueron a una supuesta reunión para hablar de paz y allí fueron secuestrados y asesinados a mansalva. Esas prácticas ya las conocemos y suponemos que Juanpa (como le gusta que le digamos) también las conoció en su Ministerio de Defensa.
¿Pluralidad? La columna de Coronell no se publicó en la revista Semana. Apareció por un rato en la red. La bajaron. Era una denuncia grave sobre dineros raros en la campaña de Santos.