“El curso general de la revolución proletaria es igual en todo el mundo. Primero, la formación espontánea de los Soviets, luego su extensión y desarrollo, más tarde, se plantea prácticamente la cuestión: Soviets o Asamblea Nacional, o Asamblea Constituyente, o parlamentarismo burgués; completo desconcierto entre los jefes, y por último, la revolución proletaria”. Lenin, 1.919.
Hace unas semanas un dirigente me decía que los industriales estaban tranquilos con el supuesto “acuerdo” sobre el tema de la tierra que se había alcanzado en las conversaciones, o capitulaciones del Estado frente a los delincuentes de las Farc, pues quien supuestamente los representaba en Cuba, que en realidad parecía actuar como un empleado público hace más de un año, les dijo que lo que se había pactado no representaba una amenaza para el futuro de la producción agrícola y del país.
Pero como yo recuerdo hace unos años que el mismo dirigente planteó la demencial propuesta de entregarles a los narcoterroristas de las Farc el monitoreo de los indicadores sociales del país, como si ellos fuesen sujetos dignos de algo así, y como no hago parte de los “mermelados” de este gobierno indigno, coincido con otros en que los sospechosos acuerdos son una trampa que responde a la naturaleza e historial de estos delincuentes, ahora con categoría de actores políticos, y a un deseo sórdido de reelección.
Mario Hernández, inteligente siempre y vacunado contra la artimaña gracias a la experiencia que solo da el tiempo, hizo hace unos días unas advertencias sobre lo que se está cocinando rastreramente en La Habana, bajo el manto de unas frases y palabras maquilladas, que comparto con ustedes: “me atrevo a pensar que presenciamos la repetición de la historia, y esta vez como tragedia, a la luz de los hechos que dieron el triunfo al comunismo en la Rusia de 1917. Este se fue larvando desde la revolución de 1905-1907 en donde se empezaron a conformar las organizaciones de los “Soviets” – léanse acá “Zonas de Reserva Campesina” con poder armado (según propuesta desde La Habana), observatorios, veedurías y distintos órganos controlados desde la cúpula de las Farc, como así lo ha señalado el comodín de Sergio Jaramillo: “tenemos 10 años para desarrollar e implementar estos acuerdos”, ¿sin entrega de armas? ¿O sea con oposición armada? Por ello no es tan alejado y descabellado pensar que con el cacareado acuerdo estamos frente a una reedición a la colombiana de lo que pasó en esa época”… “Esto fue lo que en la Rusia de los inicios de 1905 se implantó y condujo al posterior triunfo de la Revolución de Octubre de 1917. Todo el poder para los Soviets y la conformación del Centralismo Democrático Leninista: diferentes consejos integrados de abajo a arriba y de arriba abajo que desembocan en una Autoridad suprema, en nuestro caso la cúpula de las Farc; esta es la historia. Queremos que Colombia se convierta en el apéndice del Castro Chavismo; esto por escalas, tal como lo señalan en los acuerdos de aplicación, es la síntesis apretada e incompleta de lo que nos aguarda con los consensos que se nos dan a conocer en La Habana”.
FUENTE: elcolombiano.com