Difícil hablar en estos días de la actualidad nacional sin tocar el tema del fútbol. Estamos a escasas horas del crucial encuentro entre la Selección Colombia y la Selección Brasil, tal vez el más importante en la historia del balompié nacional. No me canso de repetir que el ejemplo de los 23 muchachos y un cuerpo técnico que están en la nación carioca ha sido inmenso, y que debemos seguir aprendiendo mucho de ese proceso.
Como representantes de nuestro país –abanderados de toda una nación– han demostrado que el respeto se gana con trabajo y no con improvisación, que el prestigio es el resultado de consagración a lo que se ama y no a un mero deseo de figuración porque sí. Esta Selección nos ha enseñado que de poco o nada sirve anunciar posibles victorias futuras, que lo que vale es trabajar con dedicación para entregar en cada reto una nueva y justa satisfacción del deber cumplido.
Mucho por aprender.
En política, por ejemplo, nuestro primer mandatario podría aplicar eso de no vivir anunciando y más bien ejecutar más… podría preocuparse por dar soluciones a tanta deuda social que hay en nuestra patria y bajarse de un segundo viaje a Brasil para hacer farándula mundialista. Casanare puede ser menos atractivo para él, pero cuanto agradecerían sus habitantes que se apersonara por fin de la crisis del acueducto y ahora del servicio de gas. Ya suficiente dinero tuvo que costar la cumbre de la Tercera Vía en Cartagena (con Clinton, Cardoso, Lagos, Blair y González a bordo), para salir a un nuevo destino que no le aporta nada a la nación y sí muestra suntuosidad en el estilo de gobierno.
Así es, nuestros deportistas son mejor ejemplo y más coherentes que nuestros dirigentes. Por eso es que ese mensaje de creer y de tener esperanzas reales se ven bien y posibles en boca y actuar de ellos, mas no en aquellos que dirigen los destinos políticos y administrativos.
Ahora que entro a hacer parte formal de la política nacional, creo que es honesto afirmar que somos nosotros los que debemos aprender de la vocación de trabajo que tienen nuestros jóvenes deportistas y contagiarnos de su sana convicción en el sacrificio y entrega por una meta. Un país mejor sí es posible, pero no solo anunciándolo y pintándolo en el aire, como sí construyéndolo desde las responsabilidades de cada uno.
Estaré este viernes nuevamente pendiente de la cita futbolística, pero lo haré no solamente por ver si ganamos o no, sino para seguir aprendiendo de la entrega y la estrategia de nunca desfallecer cuando lo que está en juego es la dignidad de un país. Eso sí, lo haré desde acá, desde Colombia, en donde debo estar ahora. Ojalá el Presidente lo haga así también o si no que pague de su bolsillo ese gusto.
Por si acaso: 153 pesos subió la gasolina en el mes de julio. Los ‘petardos panfletarios’ de las guerrilla están sonando por todos lados. Paro armado del ELN. Se nota que ya la contienda electoral pasó y que el caos ‘normal’ vuelve al país. ¿Nos contarán las soluciones a esto con un nuevo video de Doña Mechas?
@Tatacabello
FUENTE: El Heraldo