Afortunadamente tenemos una gran alternativa. La presencia de Óscar Iván Zuluaga en la contienda presidencial es un gran aliciente para los colombianos. Óscar Iván es el único candidato con posibilidades reales de derrotar a Santos en las urnas, a pesar de la sucia campaña emprendida por su rival y explotada perversamente en algunos medios nacionales. Y los colombianos no podemos dejar pasar esta oportunidad.
Me había prometido no escribir más sobre política en medio de esta campaña presidencial, pues la polarización que se ha generado en la contienda es demasiado peligrosa para el país y le inyecta un ácido devastador a nuestra democracia. Pero los últimos acontecimientos que se presentaron alrededor de la campaña del candidato presidente Santos, causan una indignación tal, que nos hace explotar de alguna manera.
Lo primero que hay que decir es que los colombianos no somos tan estúpidos como nos creen en las toldas santistas. La aparición de un “peligroso” hacker (que trabajó para el gobierno Santos y luego para la campaña de Óscar Iván Zuluaga para fines completamente diferentes), en el preciso momento en que se destapaba el escándalo de las negociaciones secretas de JJ Rendón con narcos colombianos (tan secretas como las que adelantó por mucho tiempo Enrique Santos con los criminales de las Farc, a instancias del gobierno), dejó en evidencia las intenciones de la campaña reeleccionista de enlodar a su contendor para tapar sus porquerías.
Vemos además al Fiscal General, con una inusitada diligencia, haciéndole el juego al Gobierno Nacional y montando un entramado judicial orientado al desprestigio del principal contendor de su aliado presidente. ¡Qué raro! Para el Fiscal General es de suma relevancia que un hacker -al servicio del Estado- infiltre los correos de los criminales de las Farc (que hoy se solazan en Cuba cogobernando desde un catamarán), y no lo es que estén en juego 12 millones de dólares de procedencia mafiosa que pudieron haber entrado a jugar en la campaña de Santos. ¿No es esto sesgado, aberrante y perverso?
¡No más! Estamos cansados de tanta manipulación. Aquí está claro que tenemos un presidente candidato sin escrúpulos, que acude a cualquier método para ganar las elecciones. Como está claro también que está dispuesto a hacer alianzas con el que sea, con tal de salir triunfante. (Miren, por ejemplo, la nueva alianza con Petro, y la vieja alianza con las Farc). Y, más preocupante aún, que se ha sabido aliar con gran parte de la prensa nacional que ocultó el escándalo de JJ, bajo la desinformación del hacker, buscando a como dé lugar el triunfo para el candidato presidente.
Pero un triunfo de Santos, es la derrota del país. Porque significaría la entrega total de Colombia al terrorismo castro-chavista que hoy domina desde la Habana; porque significaría la implantación del reino de la impunidad para los peores criminales del país; porque sería legitimar la dictadura de las Altas Cortes penetradas por la izquierda colombiana y que, sin vergüenza alguna, están descuadernando nuestra seguridad jurídica; porque sería un premio al descaro de un gobierno que llenó de mermelada a sus políticos aliados, como está llenando plazas, coliseos y grandes espacios con personas pagadas para asistir a sus actos proselitistas; porque sería entregarnos totalmente a la desvergüenza de una Fiscalía de bolsillo que orienta su poder judicial al servicio político del Presidente.
Afortunadamente tenemos una gran alternativa. La presencia de Óscar Iván Zuluaga en la contienda presidencial es un gran aliciente para los colombianos. Óscar Iván es el único candidato con posibilidades reales de derrotar a Santos en las urnas, a pesar de la sucia campaña emprendida por su rival y explotada perversamente en algunos medios nacionales. Y los colombianos no podemos dejar pasar esta oportunidad.
Y los Caldenses, menos. Los inmensos beneficios que nos traería el ejercicio presidencial de un hombre oriundo de estas tierras es incalculable. Alguien que piense en nosotros, en nuestras necesidades, en nuestro desarrollo y en la explotación de tanta riqueza que pasa desapercibida ante nuestra propia ceguera e incapacidad. Alguien que le de impulso verdadero a los grandes proyectos que requerimos para volver a ser ese departamento modelo. Alguien que mire, ¡por fin!, con benevolencia este departamento y esta región.
Esta es tal vez la única e histórica oportunidad que tenemos de que un caldense llegue a ocupar la Presidencia de la República. Y está en nuestras manos votar masivamente para lograrlo. Por todo esto, mi voto indeclinable es por Óscar Iván Zuluaga.
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Señor Gobernador de Caldas: ha tratado Usted de descalificar mis posiciones aduciendo que las esgrimo por orfandad de contratos. Nada más alejado de la realidad. No he pretendido de su gobierno absolutamente nada distinto al ejercicio inteligente y sensato del poder; pero me he llevado la mayor decepción. Por el contrario, ha tenido Usted en mí a su único contradictor y no ha sido capaz de argumentar a su favor absolutamente nada, pues encontró que esta conciencia no se vende y tiene la valentía de hablar de frente y profusamente documentada. El gobernante, doctor Julián, necesita también de contradictores, pues en un mundo de áulicos se corre mucho más el riesgo de vivir equivocado. Lo único que he pedido es acción con imparcialidad, objetividad y conocimiento; pero no ha sido posible. Déjeme ser atrevido, Gobernador: lo reto muy respetuosamente a un debate público en el sitio que Usted escoja, acompañado de quienes Usted escoja para que enfrentemos nuestras posiciones y despeje Usted tantas dudas que aquejan hoy a la comunidad. Salga de ese encierro de alabanzas falsas, visiones sesgadas y aduladores interesados y, estoy seguro, podrá tener una visión clara del desastre al que nos está sometiendo por desconocimiento y terquedad. El pueblo merece respuestas claras a inquietudes concretas. ¡Ahí le queda el reto!
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