Álvaro Uribe descansa en un cómodo sofá, en la terraza de un conocido restaurante de la capital huilense. Es mediodía. Vino a Neiva acompañar la marcha contra las Farc que se adelantó en la ciudad el viernes pasado. Y aprovechó su paso para dialogar con LA NACIÓN.
Habla de lo divino y lo humano. De lo que le significa pasar de Presidente a Senador, de lo que sintió durante la posesión, mientras Juan Manuel Santos, entregaba su discurso, que minutos después refutó por redes sociales.
De sus nervios, preocupaciones, de su genio y desde luego, confiesa cómo capotea a sus grandes contradictores en el Congreso, con quien se ve casi a diario: Claudia López, Iván Cepeda y Jorge Robledo, con quien ahora parece estar cercano.
¿Pero usted cuando se hizo reelegir no hizo lo mismo que Santos?, Uribe, sin rodeos, responde.
¿Cómo ha sido pasar de ser Presidente a ser Senador?
Uno tiene que tener el sentido de las proporciones, los reglamentos, otras responsabilidades pero lo tiene que tomar naturalmente. Yo le pido a Dios que me ayude a cumplir con mi deber de ser Senador.
¿Encontró diferente todo, frente a la época en que usted fue Senador por primera vez?
Lo que he notado es la diferencia mía porque a mí me eligieron Senador a los 33 años, no había cumplido 34. Ahora llegué de 62 y con este pelo irreversiblemente blanco.
¿Cómo se sintió el primer día?
Con angustia. Llamé a mi señora, y le dije: voy para el Senado. Hay unos jóvenes elegidos por el Centro Democrático que van felices, los veo estrenando vestido, con la camisa bien planchada, con corbata, le dije, te confieso que voy con angustia…
¿Fue estrenando?
No…y no… (Risas)
¿Qué sentía el día de la instalación del Congreso, cuando el presidente Santos hablaba?
Nada…simplemente tomé nota y tarde en la noche, en la plenaria del Senado, presenté unas cifras discrepantes con las del Gobierno que ahí deben obrar en la Gaceta del Congreso.
¿Le hubiera pasado la mano, si Santos lo hubiera saludado?
Yo lo que estuve concentrado fue en los temas del país. En el tema de la seguridad, la economía, la política social. Y en eso estuve concentrado, y eso fue lo que plasmé en una reacción que además generó mucha polémica aquella noche en el Congreso de la República. Porque me parece que el 20 de julio, la instalación del Congreso, es un acto en el cual el Presidente de la República aprovecha para rendirle un informe al país. Y en las democracias debe haber la posibilidad de que los grupos discrepantes reaccionen frente a ese informe, y fue lo que hicimos.
¿Pero le hubiera pasado la mano?
No vivo pendiente de esas consideraciones de etiqueta.
¿Cómo hace para hacerle el quite en el Congreso a sus detractores como Iván Cepeda, Claudia López…?
Yo no hago 'quites'. Yo les hacía el quite a los toros de casta, cuando yo era maletilla, pero a los que me debaten…qué hago… yo siempre respondo por los hechos de mi vida.
¿Es cierto que ahora usted anda como de 'amiguis' del senador Robledo, su opositor de siempre?
No, lo que pasa es que yo he tenido debates con Robledo respetuosos. Los he tenido en radio, televisión, en persona lo conocí ahora. Entonces, por qué va a quejarse uno de un debate respetuoso. El debate respetuoso genera respeto. Él tiene unos puntos de vista muy distintos a los míos sobre los modelos de desarrollo pero he tenido la oportunidad de debatir con él a distancia en radio y televisión sobre diferentes puntos, pero respetuoso y así lo miro bien.
¿Ya terminó de acomodarse en el Congreso, ya se le quitaron los nervios?
La vida pública no tiene acomodo. Hay que estar en la lucha todos los días y es muy angustiosa.
¿Hasta cuándo piensa dar esa lucha?
Vamos a ver qué dispone Dios.
¿Cómo se va a diferenciar el trabajo de la bancada del Centro Democrático?
Pero también son conscientes de que si bien son minoría, hacen bastante bulla y dan harta lora…
¿Cree que la seguridad en el país está tan mal?
¿Pero no le pareció bien que el Presidente el día de su posesión le lanzara una advertencia a las Farc?
Usted sabe que no estuve en la juramentación. Y no estuvimos no porque discrepemos del Gobierno, porque si el presidente Santos nos hubiera ganado en franca lid…ahí veremos, no tendríamos más de otra que aceptar. No fuimos por los abusos y los fraudes en la elección presidencial. Se gastaron entre junio y enero del año pasado, según certifica la Contraloría, 640 millones de dólares en publicidad del Estado. En la segunda vuelta, en junio, el Gobierno duplicó los gastos en seguridad frente a junio del año anterior. Eso es abuso de poder con este país. Hubo múltiples violaciones a la Ley de Garantías, llevando al gabinete a hacer política en el avión presidencial, inaugurando obras públicas. La manera como obligaron a gobernadores y alcaldes con promesas condicionadas de partidas presupuestales a violar la ley que les prohibía intervenir en campañas y en favor del Presidente. En muchas zonas del país, las Farc y las bacrim dieron orden de votar por el Presidente, amenazaron y mataron a personas que pensaban diferente. Él nunca rechazó eso, por supuesto la presencia de Maduro en Colombia.
Pero cuando usted se hizo reelegir, también se dijo lo mismo…
No.
Pero muchos también dijeron que usted había abusado del poder, que había habido irregularidades…
No. A mí me acusaron por lo de la ‘yidispolítica’. Esa acusación es por el proceso de votación en el Congreso de la reforma constitucional, no en la campaña. La señora Yidis se había comprometido con la bancada conservadora a votar por la reelección, después dice que la comprometieron sectores de oposición a no hacerlo y que votó porque el Gobierno la había sobornado. Yo en campaña fui riguroso en observar la Ley de Garantías, austero en los recursos de publicidad del Estado, no comprometí con auxilios a ningún alcalde o gobernador.
¿Qué pregunta le haría el senador Uribe al ex presidente Uribe?
Como yo soy tan criticón, le diría, oiga, usted por qué no desautorizó las firmas para el segundo referendo. Oiga, usted por qué no exigió que fueran más estrictos en el control de precios de medicamentos…
Dicen que usted se ha vuelto rezandero…
Siempre he rezado. Mi abuelo con 25 nietos rezaba el Rosario todas las noches. Vivo sobregirado…tengo que rezar.
En campaña me dijo que estaba tranquilo, que no se dejaba sacar la piedra, ¿sigue así?
Usted cómo me ve… He hablado en todas las plenarias del Senado hasta ahora.
Bueno hace unos días sí lo vi alterado, cuando aprobaron en comisión el debate del senador Cepeda contra usted…
Yo llegué a la Comisión Segunda muy temprano, dije que había una violación de mi derecho a la honra, les pido que cualquiera sea la decisión hoy, me permitan hablar. Me retiré y al rato me dicen, están levantando la sesión y me dice el Presidente de esa comisión, que había participado en la convención del Centro Democrático, no es que usted no pidió la palabra, pero cómo si aquí vine a pedirle la palabra…tuve que ser estricto para que me dejaran hablar en un discurso argumentado.
¿A veces se le olvida que ya no es Presidente?
Nunca pensé como Presidente sino como combatiente. He tenido cargos y los he ejercido con amor a Colombia pero no poder, ni ínfulas de poder. No he tenido poder en contralorías, procuradurías, o cortes…
Cuando fue Presidente, sí, ¡claro!…
¡Nunca!
A propósito, ¿el Centro Democrático va a votar por Edgardo Maya Villazón a la Contraloría?
Esperamos la avaluación que está haciendo nuestro Director Iván Zuluaga, quien ha anunciado que hablará con los tres candidatos.
Lo veo muy adicto a las achiras…
Qué peligro, pero qué buenas… (Risas).
“El día de la posesión tenía angustia. Llamé a mi señora, y le dije: ‘voy para el Senado. Hay unos jóvenes elegidos por el Centro Democrático que van felices, los veo estrenando vestido, con la camisa bien planchada, con corbata, te confieso que voy con angustia’”: Uribe